Hijos de perra

Tercer puesto | Categoría adultos

Soy un perro. Soy el perro negro de la negra Tiburcia. Ella me invita a dormir a sus pies, se mueve mucho y me patea, entonces prefiero hacerme entre ella y la pared. Ahora no estoy en el catre, sino en el suelo. Mi ama está con su amo que se le monta encima mientras ella llora. Cállate perra, le dice Don Benjamín Espinosa. Ella muerde la almohada y llora, Sesé que llora porque la habitación huela ha guardado, a todo lo que ella se guarda y luego me cuenta. El catre se mueve, se escucha la brega. El amo se viste y se va, cierra la puerta. Huele a más guardado. Mi ama llora y me pide que la acompañe, me abraza y me dice Diablo, le lamo las mejillas saladas que saben a los días sin mi ama Tiburcia. Diablo, me sigue diciendo mientras me acaricia. En las mañanas camino a su lado, a su ritmo por estas calles empedradas donde se asolean los granos de café. Los otros perros me miran, se acercan y me hablan, nos olemos el culo. Mi ama grita Diablo y su olor ya se siente menos. Corro, la alcanzo y le sigo el paso. A veces para y saca de la falda un frasco del que bebe lo que los humanos llaman perejil y que mi ama Tiburcia le llama quiebrabarrigas. Caminamos por las orillas del río Cauca, entre piedras y tierra caliente. Mi ama se agacha, mira para los lados, se sube la falda y entre las piernas se saca una carnosidad sangrante como antes lo ha hecho. La frente le suda y le brilla, los ojos también. Huele a ella con sangre. La negra abre un hueco en la tierra, entierra el pedazo de carne, encima le pone piedras. Huelo a entierro y a Tiburcia enterrada. Seguimos caminando por la orilla hasta llegar a la sombra de un árbol muy grande. Lejos escuchó el agite de los mazamorreros. Tiburcia se empelota, tiene una piel negra y brillante, cicatrices en toda la espalda, se acuclilla y se pone a lavar la ropa en una piedra lisa que sigue oliendo a sangre, a café y a oro. Todos somos unos hijos de perra, dice la negra Tiburcia.

Julio Cesar Restrepo Zapata
Guarne, Oriente

Ilustración: Isabel Giraldo @maicito.criollo